Floridi, quien acuñó este término hace varios años, fue uno de los ponentes estrella en un reciente evento, «Onlife», organizado por la publicación periódica italiana Repubblica y la red de periódicos europeos Lena. La reunión buscó arrojar luz sobre el impacto de la tecnología en nuestras vidas, la sociedad digital, tocando temas de movilidad, privacidad, cambio climático, política, robótica e IA, entre muchos otros.
El director del Laboratorio de Ética Digital habló sobre cómo los humanos a menudo tienen que adaptarse a la tecnología en lugar de al revés, citando carriles especiales para robots en las calles de nuestras ciudades. También expresó su preocupación por la pérdida de autonomía en la toma de decisiones, dado que los algoritmos influyen en muchas de nuestras elecciones diarias, desde lo que vemos hasta lo que usamos y a dónde vamos.
Las increíbles tecnologías que inventamos, dijo, a menudo se desarrollan más rápido que nuestra capacidad para administrarlas, y los adultos no están mejor, quizás incluso menos, preparados que los jóvenes para la realidad de la «onlife».
Aunque la tecnología ha ampliado a pasos agigantados nuestras posibilidades de aprender, dijo, este potencial apenas se realiza, y la información se aprovecha con mayor frecuencia con fines comerciales.
El filósofo de origen italiano cuestionó por qué llamamos a las redes sociales «sociales», ya que, a opinión suya, hay poco efecto social en ellas.
Floridi fue editor de The Onlife Manifesto: Being Human in a Hyperconnected Era, publicado en 2015 como resultado de grupos de trabajo entre 15 académicos de antropología, ciencia cognitiva, informática, ingeniería, derecho, neurociencia, filosofía, ciencias políticas, psicología y sociología.
El Manifiesto afirma que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) nos afectan de numerosas maneras importantes, impactando en nuestra autoconcepción y visión de la realidad y la forma en que interactuamos con los demás y la realidad misma. Cita cuatro cambios importantes que condujeron a este escenario: borrosas distinciones entre la vida real y virtual y entre humanos y máquinas; información excesiva en lugar de insuficiente; y una nueva primacía de interacciones y redes sobre cosas individuales. Su propósito es «lanzar un debate abierto sobre los impactos de la era computacional en los espacios públicos, la política y las expectativas sociales hacia la formulación de políticas». El profesor Floridi fue coautor del manifiesto, escribió la introducción y proporcionó uno de los comentarios del capítulo, así como un ensayo más extenso. El trabajo está disponible para descargar en inglés en Academia.