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La fe como fuerza para el bien en la vida familiar en todo el mundo

El Mapa Mundial de la Familia 2019 se presentó la semana pasada en el Center on Children and Families de Brookings Institution. El resumen ejecutivo "Los lazos que unen: ¿Es la fe una fuerza global para el bien o para el mal en la familia?" sigue así:

¿La religión fomenta la solidaridad, o alimenta el conflicto y la desigualdad? Los titulares de hoy sugieren que la respuesta es «sí» a ambos. Sí, como Emile Durkheim nos enseñó, la religión puede ser y es una fuerza de solidaridad, pero al mismo tiempo, como nos enseñó Max Weber, la religión puede ser y es también una fuerza de conflicto y desigualdad. En Los lazos que unen, consideramos una pregunta más específica: ¿es la religión una fuerza para el bien o para el mal en las familias de todo el mundo?

Este informe responde a esta pregunta observando la relación entre la religión y cuatro resultados importantes en 11 países de América, Europa y Oceanía: calidad de la relación, fertilidad, violencia doméstica e infidelidad. Estas preguntas son especialmente destacadas en una época marcada por lo que el New York Times ha llamado el surgimiento del postfamilialismo en los países en desarrollo, donde el matrimonio y la maternidad están en retraimiento en la mayoría de los países con ingresos más altos. La fe puede protegerse contra este giro postfamiliar, tanto al otorgar un significado e importancia particulares a la vida familiar como al ofrecer normas y redes que fomenten la solidaridad familiar. Pero estas preguntas también son importantes dado que la religión puede ser una fuerza para los enfermos, legitimando la desigualdad de género o la violencia en la familia, una preocupación que ha adquirido particular relevancia a la luz de los titulares recientes sobre religión, violencia doméstica y abuso sexual infantil.

Sin embargo, más allá de los titulares, este informe busca comprender cómo la religión está vinculada, en promedio, a cuatro resultados familiares clave en 11 países: Argentina, Australia, Chile, Canadá, Colombia, Francia, Irlanda, México, Perú, Reino Unido, y los Estados Unidos. Basándose en datos de la Encuesta Mundial de Valores (WVS) y la Encuesta Global de Familia y Género (GFGS), este informe sugiere que:

En muchos aspectos, este informe indica que la fe es una fuerza para el bien en la vida familiar contemporánea en las Américas, Europa y Oceanía. Los hombres y mujeres que comparten una vida religiosa activa, por ejemplo, disfrutan de niveles más altos de calidad de relación y satisfacción sexual en comparación con sus pares en relaciones seculares o menos religiosas/mixtas. También tienen más hijos y es más probable que se casen. Al mismo tiempo, no encontramos que la fe proteja a las mujeres de la violencia doméstica en las relaciones de casados y convivientes. En general, este informe sugiere que las normas y redes favorables a la familia asociadas con las comunidades religiosas refuerzan los lazos que unen; sin embargo, el desafío que enfrentan esas comunidades es construir sobre estas fortalezas para abordar a las familias que están luchando, incluyendo los aproximadamente uno de cada cinco de sus adherentes que experimentan violencia en la pareja.

Vea los procedimientos aquí.

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