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Un análisis a fondo de la conferencia IESE–STI sobre polarización

El artículo sintetiza las principales aportaciones de la conferencia internacional “From Polarization to Understanding: Bridging Divides in Business and Society”, organizada conjuntamente por IESE Business School y el Social Trends Institute. A través de un diálogo interdisciplinar entre destacados académicos, el encuentro analizó los factores psicológicos, institucionales y organizativos que alimentan la polarización, y exploró marcos para reconstruir la confianza y la cohesión social.

La polarización se ha convertido en una de las fuerzas que configuran la sociedad contemporánea. Se trata de un fenómeno global con efectos negativos sobre individuos, familias, comunidades, organizaciones y países. En este contexto, como iniciativa conjunta de IESE Business School y el Social Trends Institute, los profesores John Almandoz y Jordi Canals organizaron en Nueva York, los días 30 y 31 de octubre de 2025, la conferencia “From Polarization to Understanding: Bridging Divides in Business and Society”.

Este encuentro internacional y multidisciplinar reunió a destacados académicos de diversas áreas —dirección de empresas, ciencia política, psicología, economía, filosofía e historia— para analizar el fenómeno de la polarización. Partiendo de la convicción de que la polarización erosiona la confianza y la cooperación institucional, la conferencia buscó comprender sus causas y explorar vías de renovación. Concebida como un espacio para el diálogo abierto y riguroso, fomentó conversaciones espontáneas y transversales entre economistas, sociólogos, filósofos, politólogos y expertos en management.

El programa se desarrolló a través de sesiones interactivas en las que se emparejó a ponentes de disciplinas distintas con el fin de estimular la reflexión y el debate. Lo que distinguió al encuentro fue su tono conversacional: colegiado, reflexivo y libre de rigideces académicas. Académicos y directivos participaron en intercambios dinámicos que encarnaban el espíritu dialógico que la conferencia aspiraba a promover.

En la sesión inaugural, Arthur Brooks, profesor de Harvard University y autor de Love Your Enemies, abordó la psicología de la división. A partir de la ciencia del comportamiento y la psicología moral, explicó cómo el narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía —el llamado “Triángulo Oscuro”— amplifican el desprecio y la degradación moral en la política, las redes sociales y el liderazgo. Brooks instó a los líderes a combatir el miedo y el resentimiento tratando a las personas como fines en sí mismas, con dignidad, y manteniendo la confianza en la humanidad. John Almandoz, de IESE Business School, complementó esta perspectiva con reflexiones sobre el liderazgo trascendente, entendido como la capacidad de las organizaciones para cultivar solidaridad y sentido incluso en contextos de pluralismo.

La segunda sesión, liderada por Wendy Smith y Marianne Lewis, coautoras de Both/And Thinking, exploró la teoría de las paradojas como marco para afrontar la polarización. Sostuvieron que líderes y sociedades deben aprender a sostener valores opuestos —competición y cooperación, individualidad y comunidad— en una tensión productiva. Al abrazar la complejidad y evitar el pensamiento binario, las organizaciones pueden modelar la convivencia de la diferencia que exigen las sociedades pluralistas.

En la tercera sesión, el historiador Harold James (Princeton University) y la académica de management Ruth Aguilera (Northeastern University) abordaron las raíces históricas e institucionales de la polarización. James vinculó las divisiones actuales con periodos pasados de desigualdad y deterioro institucional, argumentando que la globalización ha vuelto a superar los marcos morales y políticos necesarios para sostenerla. Aguilera, desde la perspectiva del gobierno corporativo y la estrategia, analizó cómo las empresas globales navegan entornos institucionales fragmentados donde confluyen lógicas competidoras del mercado, el Estado y la sociedad civil. Su diálogo articuló historia, economía y management para mostrar que el equilibrio entre instituciones es clave para reconstruir la cohesión social.

La cuarta sesión, que abrió la segunda jornada, se centró en el papel de la empresa frente a la polarización. Colin Mayer (University of Oxford) describió la empresa como actor simultáneamente responsable y afectado por esta dinámica. Abogó por redefinir el propósito corporativo hacia “beneficiar sin causar daño”, de modo que las compañías generen valor social y ambiental junto al económico. Claudine Gartenberg (Wharton), en respuesta, sostuvo que, aunque las empresas tienen responsabilidades morales, el concepto de “beneficio social” es difícil de medir. Subrayó la necesidad de reconstruir instituciones públicas sólidas y sistemas modernos de contrapesos que permitan a las empresas innovar de forma responsable sin convertirse en escenarios de confrontación política.

La quinta sesión examinó cómo la tecnología y los medios influyen en la polarización. Sinan Aral (MIT) presentó investigaciones que relacionan el uso de redes sociales, la segregación residencial y las secuelas de la COVID-19 con la reducción de la interacción entre grupos, un fenómeno con implicaciones significativas para la polarización. Luis Cabral (NYU) ofreció un contrapunto mediante sus “siete teoremas”, sosteniendo que la polarización suele estar sobredimensionada y que las redes sociales reflejan más que generan la división ideológica. Su último teorema, “El poder de uno”, destacó la importancia de las interacciones personales y cotidianas como el antídoto más eficaz frente a la fragmentación social.

La sexta sesión giró en torno a la motivación del liderazgo y la renovación moral basada en la dignidad humana. Michael Pirson (Fordham University) vinculó el management humanista y la motivación intrínseca con la búsqueda del equilibrio —en lugar de la maximización del beneficio— y con la orientación al bien común, sugiriendo que el liderazgo moral es esencial para superar la polarización.

La conferencia concluyó con la intervención de Robert George, profesor de Jurisprudencia en Princeton, quien habló sobre la libertad de expresión en la “era de la sensibilidad”. Advirtió de que la erosión del debate abierto y la libertad de expresión amenaza tanto a la academia como a la democracia. La libertad auténtica, defendió, requiere coraje y civismo: la disposición a dialogar respetuosamente con quienes piensan distinto y a buscar la verdad con humildad.

El encuentro reflejó en su forma lo que proponía en su contenido: un diálogo abierto, reflexivo y plural entre distintas perspectivas y disciplinas. Mostró que un liderazgo fundamentado en el propósito, la dignidad, la apertura y la búsqueda de la verdad y del bien común puede convertirse en una fuerza unificadora en un mundo dividido.

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