Así lo afirma el informe bipartidista de consenso académico, «Reequilibrio: Los niños primero«, fruto de una colaboración de tres años entre un grupo interdisciplinario y políticamente diverso de expertos en políticas convocado por dos importantes think tanks estadounidenses: el American Enterprise Institute (AEI) y la Brookings Institution.
Con el fin de elaborar recomendaciones de políticas viables orientadas a mejorar las vidas de los niños (y, en consecuencia, mejorar sus futuras vidas adultas), el grupo abordó numerosos ámbitos, como los recursos del hogar, la estructura y la estabilidad familiares, el desarrollo temprano, la salud y la educación.
Los académicos hacen propuestas para aumentar la inversión en áreas como el crédito tributario por hijos, el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), el seguro de salud público para niños y el aprendizaje y la educación técnica.
Estas propuestas, y otras, pretenden ser presupuestariamente neutrales, financiando un mayor gasto en programas que benefician a los niños al redirigir (de ahí el título de la obra «Reequilibrar») los recursos que actualmente favorecen a los adultos más ricos. Actualmente, más del 40% del presupuesto federal se destina a los estadounidenses mayores de 65 años, en comparación con el 7,4% que se gasta en los menores, según señala el informe, que pide un nuevo «contrato generacional». El informe sugiere cómo reequilibrar las inversiones existentes, incluidas algunas reducciones en el gasto en los estadounidenses mayores, cuya riqueza ha crecido considerablemente en las últimas décadas, junto con las reformas del código tributario.
El informe de consenso se presentó en un evento de lanzamiento transmitido en vivo el día 8 de febrero de 2022, con tres paneles que discutieron distintas formas en que los legisladores pueden mejorar los resultados de la vida de los niños a través de políticas presupuestarias neutrales.
Diane Whitmore Schanzenbach de la Universidad Northwestern y la presidenta del Consejo de Asesores Económicos, Cecilia Rouse, explicaron el valor de la inversión pública en los niños, señalando que la mayoría de los nuevos padres no están en la cima de su potencial de ingresos y no pueden invertir tanto en sus hijos como les gustaría.
Más tarde, el experto de AEI Michael R. Strain dialogó con el senador Mitt Romney (R-UT) sobre su reciente propuesta de expandir el crédito tributario por hijos. El senador Romney promocionó la expansión como una forma de impulsar la disminución de las tasas de natalidad en Estados Unidos, y sugirió formas de implementarla sin desalentar el empleo.
En el panel final, dirigido por Richard Reeves de la Brookings Institution, David Deming de la Universidad de Harvard destacó la importancia de mejorar el rendimiento académico de los niños de bajos ingresos. Lisa Gennetian, de la Universidad de Duke, discutió la ciencia del desarrollo cerebral a temprana edad. Kosali Simon, de la Universidad de Indiana, señaló que las inversiones en la salud de los niños mejoran los resultados más adelante en la vida. Y W. Bradford Wilcox de AEI enfatizó cómo los niños tienen más probabilidades de prosperar cuando son criados por dos padres casados.