Algunos de sus ámbitos de interés son la relación entre mercado laboral y la fertilidad. ¿Qué explica las diferencias de fecundidad entre países y entre individuos en cada país?
En la teoría económica, para saber cómo deciden tener hijos las parejas, hablamos de dos efectos. El efecto de renta: si hay más renta, la gente en teoría puede tener más hijos y gastar más por hijo. Y el efecto de sustitución: si la madre trabaja, puede pensar que mientras deje el mercado laboral para cuidar los hijos dejará de ganar el sueldo y eso puede frenarla a la hora de tener hijos.
¿Es así?
Parece que las madres que no trabajan, en teoría, tendrían que tener más hijos. Y si trabajan, menos. Esto es en teoría. Pero cuando me puse a mirar los datos agregados de los países de la OCDE, vi que, desde principios de los noventa, esto ya no pasaba. […] En los países donde había más mujeres trabajando, es donde había más hijos. Algo había pasado. Sobre todo en el sur de Europa.
¿Qué había pasado?
Que había habido un aumento de la desocupación muy grande a partir de mediados de los años ochenta y que, después, el gobierno había desregularizado el mercado. Lo que precarizó los trabajos. Sobre todo para jóvenes y mujeres. Los hombres mayores, en cambio, continuaron protegidos por la legislación laboral anterior, mucho más rígida. Esto retrasó la entrada de los jóvenes en la vida adulta: irse de casa, comprar piso, tener hijos… Empezar más tarde a tener hijos, en general, hace que se tengan menos hijos. Con una desocupación tan alta y con precarización laboral, deja de tener sentido la idea de que si unos meses no trabajas es un buen momento para tener hijos. Hay mujeres cada vez más educadas –en Europa, hoy, las mujeres de media tienen más educación que los hombres– y un mercado que las castiga: retrasa la entrada a trabajos más o menos estables y la maternidad. En los países avanzados en que los jóvenes tienen más trabajo, y se van antes de casa, tienen más hijos.
¿En los países con sueldos y situaciones laborales más favorables tienen más hijos?
Sí. Hoy en día, en los lugares donde las mujeres están más integradas en el mercado laboral y con instituciones que las ayudan, suelen tener algo más de hijos. Tampoco es para tirar cohetes. Pero tienen más.
¿Cómo se puede hacer que la gente tenga más hijos?
Primero nos tendríamos que preguntar por qué querríamos que tuvieran más. Una primera razón es la de garantizar la continuación de las políticas de bienestar, como por ejemplo las pensiones. [Tener más hijos] Ayudaría, pero no solucionaría ni mucho menos la situación actual. Otra sería la de hacer posible que la gente tenga el número de hijos que dice que quiere. En cualquier caso, reducir la precariedad laboral y la desocupación ayudaría a aumentar la fertilidad. La gente dice en las encuestas que tendría más hijos si tuviera más recursos económicos y una situación estable. Dentro de unos límites. Porque ya no tendrían cinco o seis hijos. Ha habido un cambio de preferencia hacia familias más pequeñas. Y cuando cambian las preferencias, es difícil dar marcha atrás. Pasa como con los chinos. Les prohibieron tener más de un hijo y ya se han acostumbrado. Continúan teniendo uno, incluso después de haber eliminado esa prohibición para volver a estimular el número de nacimientos.
¿Para tener más hijos, además del mercado laboral, que más se puede hacer?
Cambiar los desequilibrios de género. El mercado laboral está mal, especialmente para las mujeres en edad fértil. Para cambiarlo hacen falta políticas a largo plazo. Y los políticos piensan a corto plazo. La situación actual es paradójica, en cierto sentido: tienes sociedades con mujeres con mucha formación, con una esperanza de vida más alta, y que tendrán menos hijos que las generaciones anteriores. Tienes un capital humano muy preparado, una inversión hecha, muchos años potenciales de vida laboral por delante, y a la vez mujeres teniendo menos hijos de los que querrían. Sería lógico intentar aumentar su vida laboral al máximo. Y con esto puedes mejorar su situación económica, posiblemente aumentar los hijos, mejorar las pensiones, y hacer que la gente llegue a conseguir los objetivos que dice que quiere lograr –y que, en el caso que hablamos, parece que es tener más hijos de los que llegan a tener.
¿Qué pasa en otros lugares?
Hay muchas variantes. El modelo sueco viene de una pareja de demógrafos-economistas, los Myrdal. Se puede decir que son los inventores de la socialdemocracia nórdica. Querían solucionar la cuestión de la mujer con aspiraciones laborales que querían tener más hijos. Su solución consistió en utilizar el sector público. Hoy, dos terceras partes de las mujeres trabajan en el sector público, en los países nórdicos. Y esto tiene implicaciones sobre a quienes votan los hombres, y a quienes votan las mujeres. Los hombres trabajan para Volvo y votan más a la derecha. Las mujeres trabajan para la administración y votan más a la izquierda. Las mujeres tienen trabajo estable, asegurado. Con permisos y excedencias, con garantías de volver. Y esto ayuda a tener hijos.
¿Otro modelo?
El anglosajón. Lo ves en los Estados Unidos. No hay tanta protección, pero tampoco hay paro. Y la entrada y salida del mercado laboral es fluida. Si quieres, puedes tener hijos, cuidarlos un tiempo, y volver al mercado. Sabes que encontrarás trabajo. Esto, aquí [en el sur de Europa], no pasa. Ningún modelo es perfecto.
¿Qué pasa aquí?
La peor situación. Una protección mínima, comparada con la del norte de Europa, y una desocupación mucho más alta que en los Estados Unidos.
¿La gente tiene los hijos que querría?
Las mujeres dicen que querrían tener, de media, algo más de 2 hijos. Y tienen, de media, 1,2 o 1,3, tanto en Cataluña como en España. Y no son solo las mujeres quienes tienen menos hijos de los que desean. Los hombres, también. En algunos países, como por ejemplo los nórdicos, el número de hombres sin hijos es muy alto. Curiosamente, más que el de las mujeres.
La media en España es de 1,3 hijos. ¿Pero cuál es la cifra más habitual? ¿La mayoría de padres, cuántos hijos tienen?
Dos. De las mujeres que tienen entre 45 y 55 años, en el estado español, un 19% no tiene hijos. Y un 15% de las que querrían tener 2 solo tienen 1.
¿La baja obligatoria para el padre es positiva para tener hijos?
Sí. Es importante que los padres puedan disfrutar de los niños. Y, sí, tenemos estudios que indican que cuando esta práctica ha arraigado, los efectos han sido positivos. Ahora, la experiencia en el estado español todavía es demasiado corta y no sabemos qué efectos ha tenido. Pero estoy a favor de que se haga. […]
Frase: “Que el mundo se encamine a una superpoblación es una idea antigua. No es verdad. Vamos hacia un mundo menos poblado. Y pronto.”
La población mundial ya no crece tan deprisa como antes. A final de los sesenta se logró la tasa máxima, alrededor del 2% anual, y después ha ido bajando. La mayor parte de países ya están por debajo del índice de sustitución: 2,1 hijos por mujer. Este índice permite sustituir los muertos por los nacimientos. Por debajo, pierdes población.
¿En China también?
También en China, donde nacimientos y muertos ya son casi idénticos. China ya no se encuentra en el índice de sustitución sino cerca de un hijo [por mujer]. […] En la India, la mayor parte de los estados están por debajo de la sustitución de 2,1. México ha pasado de 5 a 2,3 en pocos años. En Marruecos, y en el norte de África, la fertilidad baja igual, y bajará según las proyecciones. Y sé que las proyecciones son difíciles, yo las he hecho para organizaciones internacionales. Y a treinta años vista, todavía puedes proyectar. Más allá, lo tienes que inferir.
El mundo, cuanto más funciona menos poblado está. ¿Existe alguna excepción?
El África subsahariana. 4,6 hijos de media. Dato atípico. Y con las proyecciones en la mano, el futuro es África. El mundo es África. Y los franceses ya pueden estar contentos. El francés crecerá mucho gracias a los países francófonos de África. Hoy en día el continente con más población es Asia. Un 60-66%. Y el futuro será África, si no cambia. Pero, tal como te decía, las proyecciones son ciertas para los treinta próximos años. Ya veremos qué pasa después. África tiene a favor una parte de terquedad. Tienen hijos por preferencias. A la gente le gusta tenerlos.
Proyecciones de bajada mundial: ¿Cuándo llegará?
Las proyecciones dicen que la población mundial se estabilizará hacia el 2080. Y, más tarde, bajará. Pero hay otras proyecciones que indican que la población empezará a bajar mucho antes.
¿No hay peligro de superpoblación, entonces?
No. Pero, está claro, todo depende de qué entendemos por superpoblación y sus efectos. Hoy en día, la preocupación de la superpoblación va ligada también al medio ambiente. Y no sabemos si ya hemos pasado o no el punto de no retorno.
Esta entrevista es una versión reducida, adaptada y traducida del Catalán, de un texto original publicado en el periódico digital Vilaweb, y que puede leerse aquí.